Anoche por primera vez en mi vida acepté que soy una mujer complicada gracias a un pequeño episodio sostenido con mi esposo. A lo largo de los años han tildado a las mujeres como “complicadas”, “incomprensibles”. Freud nos describió como “el continente negro”. Recuerdo la frase que un amigo dijo una vez: “Dios dijo ámenlas, pero nunca dijo entiéndanlas”, me reí tanto de esta frase, pero hoy no me causa tanta gracia. SÍ, no lo negaré, me declaro culpable, soy una mujer complicada. Y cuantas de las que están aquí no lo son también. Ayer me preguntaba ¿Dios, porque somos tan complicadas?, le di tantas vueltas en mi cabeza a esta pregunta que no encuentro otra repuesta más que la siguiente:
- A las mujeres nos gusta que nos mimen, pero no que se pasen de melosos
- A las mujeres nos gusta que nos celen, pero no en exceso
- A las mujeres nos gusta que nos besen, pero no siempre en público
- A las mujeres nos gusta decidir que queremos hacer el fin de semana, pero también que nuestra pareja decida
- A las mujeres no nos gusta que nos digan que estamos gordas, así lo estemos, pero nos gusta que nuestra pareja sea sincera y nos diga cómo nos vemos
- A las mujeres nos gusta que nos llamen y estén pendiente de nosotras, pero no que sean obsesivos
¿Si ven hombres que no es muy difícil entendernos? Todo es cuestión de conocernos más con nuestra pareja, de que exista más comunicación, de comentarle sobre nuestros gustos y disgustos, de preguntar y responder. Ayúdalo a que no se sienta con ganas de darse golpes contra la pared porque no logra entenderte, ellos no son adivinos ni brujos para saber que queremos si no se lo hemos dicho nunca. Problema grande seria que nosotras ni siquiera sepamos qué es lo que queremos, entonces si hombres ámennos así no nos entiendan.
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