lunes, 31 de enero de 2011

Deja el orgullo, pide disculpas.




Para muchas personas resulta muy difícil el tener que pedir disculpas, porque para hacerlo es necesario primero aceptar que nos equivocamos y esto no es fácil para cualquiera, pero tampoco es imposible. 

Si aceptamos que hemos cometido un error, empezamos bien y si dejamos el orgullo a un lado mucho mejor. Es que por ser orgullosos se nos complica decir “lo siento”. Pero recuerda que no somos perfectos y por ser humanos estamos expuestos a cometer toda cantidad de errores y si por este error hemos causado daño pues debemos agachar la cabeza y pedir sinceramente perdón. La otra persona no nos va a ver como débil por esto, al contrario, aceptar los errores y pedir disculpas es de valientes y es una buena forma de demostrarle aquella persona que herimos, que nos importa y que queremos remediar la situación.

Seamos sinceros a la hora de disculparnos. No nos llenemos de excusas para justificar lo que hicimos y acompañemos ese “lo siento” con una buena acción que demuestre que hemos aprendido de dicho error y que no vamos a volver a fallar.

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